CONTRAINFORME
#YOSOY132
1° de septiembre
2012
S
|
eis
años han pasado desde que Felipe Calderón tomó posesión, seis años de mentiras
y promesas falsas, de simulación, corrupción, complicidad y de un Estado de
excepción que nos han impuesto. Seis años en los que año con año hemos visto a
un presidente cobarde hablando de valentía mientras nosotros, la sociedad
ponemos los muertos, los desplazados, los secuestrados, los vejados por las
autoridades. Seis años, como siempre, de riqueza obscena para unos pocos
mientras que nosotros tenemos hambre, somos excluidos, somos desempleados,
somos jóvenes sin oportunidades, seis años en que hemos sido despojados de
nuestra tierra y nuestros recursos naturales. Seis años, otra vez, de
privilegios para los sindicatos charros en la educación, de educación para
formar mano de obra barata, mientras que nosotros no tenemos acceso a una
educación crítica para una vida digna. Seis años, de nuevo, en que los
políticos no dialogan con la sociedad pero nosotros, los que hemos levantado la
voz y nos hemos organizado para resistir, hemos sido criminalizados, denostados
y callados. Seis años en que han querido que veamos un México que sólo existe
como versión oficial, seis años reproduciendo sus mentiras a través de los
medios de comunicación a quienes sirven.
Nosotros no aceptamos este México que
quiere dejarnos la clase política, y rechazamos las mentiras que quieren
imponernos como realidad. Por esto es que el movimiento #YoSoy132 ha llevado a
cabo un intenso proceso de análisis que nos ha llevado a articularnos con
académicos, organizaciones civiles y movimientos sociales que a lo largo y
ancho del país reclaman la democratización de la vida pública y el fin del
modelo social prevaleciente en México. Esté análisis parte de la lectura
crítica de la situación actual que vive el país después del gobierno de Felipe
Calderón, y es también lo que nutre nuestro plan de lucha. Es un análisis
compartido con la sociedad a la que convocamos para abrir un diálogo franco y a
sumarnos en una lucha fraterna.
Este es el informe que el movimiento
#yosoy132 da a la nación sobre la situación actual en 6 ejes emblemáticos y que
hacemos público para someterlo a la discusión, al diálogo y al debate con la
sociedad civil organizada o no que desea un México más justo, libre y
democrático.
1. Democratización de los medios de
comunicación, información y Difusión.
El
sexenio de Felipe Calderón Hinojosa en lo que tiene que ver con medios de
información es un sexenio muerto. En legislación no hubo avance, en
telecomunicaciones se propició la concentración en manos de las mismas voraces
empresas que han secuestrado el espectro radioeléctrico propiedad de los
mexicanos. Se persiguió y violentó a ciudadanos que buscan crear sus propios
medios a través de radios comunitarias; y se caracterizó por las persecuciones,
agresiones y asesinatos de periodistas.
Felipe Calderón no sólo asumió una
actitud irresponsable y omisa frente a la creación de un nuevo régimen de
medios, sino que ha demostrado su interés por hacer valer el orden jurídico
vigente para desplegar acciones autoritarias y favorecer al duopolio
televisivo. Felipe Calderón Hinojosa lucró políticamente con la ausencia
constitucional y legal de una política de Estado relativa a medios de
comunicación.
Una situación similar podemos observar en
el ámbito de las telecomunicaciones. Tres casos son muestra de la política de
discrecionalidad del actual gobierno: la licitación 21 donde favorece a
Televisa y Nextel; la fusión Televisa-Iusacell nuevamente en beneficio de Grupo
Televisa y Grupo Salinas; y el “rescate” de la banda de 2.5 Ghz debido a la
presión ejercida por Grupo Televisa. El gobierno de Felipe Calderón ha hecho
uso de un bien de la nación para beneficiar a los consorcios mediáticos
lesionando con ello a las instituciones públicas de este país, debido a que
permitió a Televisa ingresar al mercado de la telefonía. Televisa y TV Azteca
como socios concentran el 88 por ciento de las concesiones de televisión
abierta, teniendo 94.4 por ciento de la audiencia televisiva, lo cual les
favorece con un 58 por ciento del total de la inversión publicitaria,
recibiendo 30 por ciento del gasto de comunicación social federal según los
mismos datos de la COFETEL.
Por otro lado, el gobierno de este
sexenio se comprometió en varias ocasiones a abolir la brecha digital así como
fomentar la competencia de aquellos que ofrecen el servicio de interconexión.
Sin embargo, el escaso acceso a Internet, debido a los altos precios de
conexión y la escasa infraestructura de telecomunicaciones, impide el
despliegue de las redes. Al mismo tiempo, la alfabetización digital es todavía
deficiente. A lo anterior podemos agregar el intento de criminalización de los
pocos usuarios de internet, un tema recurrente en este sexenio. Ejemplo de ello
es el intento de la aprobación deliberada y tramposa del Acuerdo Comercial
Anti-Falsificación (ACTA), el cual constituye un grave retroceso en el
ejercicio de los derechos a la información y a la libre expresión. A estas
alturas del sexenio de los 112 millones que habitamos el territorio nacional
apenas 9 millones tenemos computadora en casa, de los cuales sólo 6.9 millones
tienen acceso a Internet, lo que nos deja con un promedio de penetración
estimada del 30.7% colocándonos a 2.7 puntos porcentuales debajo de la media
mundial y de -8.8 puntos del 39.5% que es de la media Latinoamericana.
Mientras a los grandes consorcios
mediáticos el gobierno federal concedió licitaciones a precio de ganga, a los
esfuerzos ciudadanos por crear sus propios medios los persigue y agrede. La
labor que desempeñan las radios comunitarias atendiendo a las voces menos
favorecidas de la sociedad, llevando información acorde con sus necesidades,
las convierte en una herramienta por excelencia para que las comunidades puedan
ejercer ampliamente su derecho a la información y libre expresión. Estas son
algunas de las Radios Comunitarias que han sido violentadas durante este
sexenio: Radio Diversidad Veracruz; Radio Tierra y Libertad Nuevo León; Radio
Uekakua Michoacán; Radio Eiampiti; Radio Ñomndaa Guerrero. Las cuales han sido
agredidas y perseguidas por el gobierno federal.
La crisis de seguridad pública del
sexenio se vio reflejada en el ejercicio de la libertad de expresión
registrándose un incremento preocupante de la violencia y la censura sobre
periodistas y comunicadores. Desde el año 2000 se han registrado 72 periodistas
o comunicadores asesinados, 13 desaparecidos y 40 ataques a instalaciones de
medios de comunicación. Tan sólo en el año 2011 se registraron 172 agresiones
en contra de periodistas y comunicadores, que van de amenazas, a asesinatos,
desapariciones, desplazamientos forzados, privación ilegal de la libertad,
ataque cibernético, y acciones legales.
Destacamos que durante el sexenio de
Felipe Calderón, el patrón de la violencia contra la prensa cambió sus
características, a lo largo de estos seis años al problema de la censura, se
agregó el escenario de los periodistas rehenes y ataques a directos a las
instalaciones de los medios de comunicación. En torno a la censura destacó que
“el ataque sobre el gremio de periodistas a nivel nacional por parte de
funcionarios públicos rebasó el 53 por ciento de los casos, mientras que los
atribuibles al crimen organizado se encuentran sobre el 13 por ciento”, los
casos de Lydia Cacho y el de Carmen Aristegui, resultan en este sentido
paradigmáticos. Es así como queda desmentido el discurso oficial de que el
responsable de la violentar la libertad de expresión en el país es el crimen
organizado.
Un Estado como el mexicano que no puede
garantizar la integridad física y moral de periodistas y comunicadores, así
como el acceso y gestión de medios de comunicación por parte de la ciudadanía,
no puede garantizar tampoco nuestro derecho a la información.
Adicionalmente las estrategias políticas
y metas actuales del gobierno mexicano no estimulan la diversidad en el
contenido de los medios. El gobierno federal ha creado lazos de complicidad con
la industria cultural, lo que ha implicado el fortalecimiento, desarrollo e
injerencia de la iniciativa privada nacional y transnacional en materia de
compra, venta y renta de patrimonio cultural, obra de arte, programas de cine,
radio y televisión, lo que implica que los repertorios simbólicos sean
construidos por los sistemas jerárquicos del poder cultural, quienes determinan
los contenidos de transmisión y distribución en los diversos medios: radio,
televisión, museos, teatros, editoriales, entre otros.
En virtud de lo anterior, denunciamos que
en materia de políticas de comunicaciones en México hoy priva la corrupción, la
simulación, la ilegalidad, la debilidad institucional y regulatoria, la
concentración obscena de la riqueza en una élite empresarial; y donde las
políticas públicas de comunicación son contrarias a los intereses de los
ciudadanos mexicanos. Por la democratización de los medios de comunicación en
México ¡#YoSoy132!
2. Cambio al modelo educativo, científico
y tecnológico.
La política en torno a educación,
ciencia, tecnología y arte presentada en el sexenio de Felipe Calderón antepone
los intereses del sector empresarial nacional y global sobre las necesidades
sociales. En el caso de educación, los modelos y planes educativos se adecuan a
un mercado laboral inequitativo.
Esto lo confirma ahora la reciente
Reforma Integral a la Educación Media Superior (RIEMS), en la que se constata
que el modelo pedagógico por competencias y habilidades, implementado desde el
nivel básico, elimina paulatinamente disciplinas pertenecientes a las
Humanidades y a las Ciencias (como es el caso de la filosofía y de la
historia), y deja en su lugar asignaturas mixtas que abordan el conocimiento de
forma sesgada y confusa; lo que cumple con el único objetivo de simplificar el
conocimiento para formar obreros certificados, y no sujetos que aspiren a ser
técnicos calificados o estudiantes universitarios; y que, en no más de una
década, eliminará generaciones de científicos y humanistas mexicanos y hará
depender al país en su totalidad de la tecnología y la ciencia producida en otros
lados.
Tanto la RIEB como la RIEMS recorren el
camino de la masificación de habilidades básicas y deja el conocimiento
especializado a los países desarrollados, convirtiéndolo en una propiedad para
las élites; hecho que condenaría al país al rezago y el nulo crecimiento en
todos los ámbitos.
En este contexto, la desaparición de los
modelos educativos como los del Colegio de Bachilleres y la Preparatoria
Abierta como los conocemos, gracias a la homologación de la currícula y la
eliminación de materias, es un claro ejemplo de esta reforma. Aunado a esto, la
SEP pretende maquillar las cifras de deserción al proponer un certificado
parcial; su próximo argumento será: no tenemos desertores sino numerosos
certificados parciales.
El ingresó a una educación media y
superior de alto nivel académico, UNAM, UAM e IPN, es cada vez más difícil para
los jóvenes, debido a que el crecimiento de las instituciones públicas no
corresponde con la demanda educativa en nuestro país. Las autoridades
educativas sostienen que los mejores estudiantes ingresan a la universidad, sin
embargo, este argumento se cae cuando contrastamos las cifras del último examen
de ingreso a la UNAM, por ejemplo: a nivel licenciatura fueron rechazados
aspirantes a la carrera de medicina, cuando obtuvieron cien aciertos de un
examen de ciento veintiocho; es decir, la excelencia en el examen de admisión
no es suficiente para ingresar a una educación universitaria. Consecuencia de
ello son los numerosos movimientos de rechazados a nivel nacional. Sin embargo,
las autoridades educativas atribuyen el fracaso académico a los jóvenes
estudiantes, cuando son ellos los responsables de fortalecer y generar nuevas
opciones educativas de calidad. Además, contrasta el abandono económico a la
educación pública con el fuerte apoyo a universidades privadas.
Ciencia
y Tecnología.
El desarrollo científico y tecnológico es
esencial para el crecimiento social y económico de un país; le otorga a la
sociedad herramientas esenciales para resolver problemáticas y necesidades diversas.
A pesar de ello, en México, la situación del ámbito científico es relegada por
el Estado.
Con relación al financiamiento, la ley de
Ciencia y Tecnología (emitida durante el mandato de Fox y ratificada por el
gobierno de Felipe Calderón) estipula que el presupuesto para CyT no debe ser
menor al 1% del Producto Interno Bruto (PIB), sin embargo, la inversión en este
sector es menor al 0.5%.
Aunado al precario presupuesto existente,
es mal administrado y poco transparentado. La gestión de políticas públicas
eficientes y prácticas es esencial para sacar a México del rezago en CyT en el
que se encuentran, no obstante, los actores involucrados en la revisión y
aplicación de las leyes no cuentan con el nivel educativo necesario en ciencia
y tecnología.
Otro problema crucial es el estímulo y
empleo de los recursos humanos. Son muy pocos los profesionales en CyT que
encuentran cabida en el sector productivo mexicano, lo que fomenta la “fuga de
cerebros” y una ausencia de renovación generacional. La ciencia y la tecnología
limitan su labor y crecimiento debido a los siguientes factores: bajo número de
plazas disponibles en instituciones de investigación, pocas opciones de
inclusión en los campos laborales afines, escaso y lento desarrollo regional,
centralización de recursos; y una inadecuada legislación. Como consecuencia, la
producción de profesionales de la CyT en México es baja en comparación a otros
países de Latinoamérica. Además, en términos de proyección, México aporta
solamente el 0.65% del conocimiento científico mundial.
El desarrollo en México debe generar las
condiciones de autonomía científica y tecnológica. Sin embargo, debido a que la
inversión en desarrollo e innovación es baja, México importa más del 95% de la
tecnología utilizada por los sectores productivos. Bajo este contexto, la
solicitud de patentes por ciudadanos, empresas o instituciones mexicanas es
pobre. Es urgente definir e impulsar las áreas prioritarias del conocimiento y
la innovación tecnológica con el fin de generar y fortalecer los recursos
humanos que puedan atender las diversas necesidades de la sociedad.
Respecto al uso de los Organismos
Genéticamente Modificados o transgénicos, estos pueden tener un impacto
positivo para la población, pero en ciertos casos su uso es nocivo, por
ejemplo, el maíz no regulado es un peligro para la seguridad alimentaria y
biológica del país.
Arte y patrimonio
El ámbito artístico es uno de los más
abandonados en la gestión calderonista, tanto en recurso como en la protección
del patrimonio nacional. Debido a la visión empresarial del gobierno, el arte
es considerado una mercancía más; es decir, si no produce bienes entonces no es
digna de cuidado ni protección. Bajo este contexto, se reduce el papel del
patrimonio nacional al turismo, que muchas veces no respeta las condiciones de
protección a la arquitectura o a la obra artística. Aunado a esto,
identificamos los siguientes problemas: recorte en el presupuesto destinado a
este sector; escasos empleos para los artistas y gestores; y abandono de espacios
arqueológicos. El poco compromiso con el arte y el patrimonio se pude
documentar en el incumplimiento de las siguientes leyes: “Ley General de Bienes
Nacionales”, “Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas” y “Artísticas
e Históricas”.
3. Cambio al modelo económico neo liberal.
La crisis de la deuda externa presente en
México y en América Latina a inicios de la década de los años ochenta, dio
pauta a que la banca acreedora internacional, conjuntamente con los organismos
financieros multilaterales, Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial,
impulsaran un plan encaminado a continuar con el pago del servicio de la deuda
externa, para lo cual se redujo el consumo, la inversión y el gasto
gubernamental. Junto a las políticas de ajuste restrictivas, se procedió al
“cambio y ajuste estructural”, que consistió en la apertura de la economía
mexicana a los flujos financieros y mercantiles internacionales y en su
inserción forzada a la globalización capitaneada por los Estados Unidos.
La agenda de restructuración neoliberal
de la economía ha avanzado sin interrupciones desde entonces, no obstante, el
capital financiero internacional ha empujado las llamadas “reformas
estructurales de tercera generación.” Entre ellas destacan: 1) la privatización
de los servicios de seguridad social como el caso de las pensiones para el
retiro; 2) la apertura al capital privado de sectores estratégicos ligados a la
producción y distribución de energía; 3) la construcción de grandes obras
públicas por medio de las llamadas “asociaciones público privadas”; 4) una
reforma fiscal que disminuya, aún más, el impuesto sobre la renta (ISR), y, en
su lugar, aumente los impuestos al consumo, como el caso del IVA generalizado a
medicinas y alimentos; y 5) la total desregulación del mercado.
La política económica seguida por el
Estado está concentrada en la estabilidad macroeconómica beneficiando a los
capitales financieros internacionales y en detrimento del nivel de vida del
grueso de la población. La llamada estabilidad macroeconómica, que beneficia a
unos cuantos, se obtiene sacrificando a la pequeña y mediana empresa, a los
trabajadores y a los campesinos. Así, contamos con una política monetaria que
tiene como fin último el control de la inflación, sacrificando el crecimiento
económico y la utilización del tipo de cambio como posible palanca para
impulsar a la industria mexicana; asimismo, la política fiscal, que mantiene el
equilibrio presupuestario, se subordina al objetivo de la política monetaria.
La apertura económica sin estrategia y la ausencia de política industrial han
impedido la generación suficiente de empleos. Asimismo, el alza de los precios
de los alimentos afectó el poder adquisitivo de las familias: todo esto se
traduce en un saldo de 12 millones de personas más arrojadas a la pobreza
durante el sexenio calderonista.
Hablar
de desempleo es también abarcar la precarización del trabajo, los datos
muestran que el número de mexicanos ocupados en la economía informal asciende a
casi 14 millones; de ellos, 4.2 millones pertenecen a la población ocupada que
no recibe ingresos; 6.4 millones perciben cuando mucho un salario mínimo, y
otros 10.8 millones ganan entre uno y dos salarios mínimos. Según cifras del
INEGI ha aumentado el desempleo, la ocupación parcial y la desocupación con
estos porcentajes: en 2006 la tasa de desocupación era del 3.6% mientras que en
2011 ascendió al 5.4%; en 2006 la de subocupación era del 6.9% mientras que en
2011 ya ascendía al 8.2. % Tal como lo muestran estos datos entre las
circunstancias que privan en el mercado de trabajo, como son: el desempleo,
trabajos en condiciones laborales precarias (sin ingresos o con muy bajos
ingresos), la informalidad y la subocupación, da como resultado que más de 12
millones de jóvenes enfrentemos dificultades de inclusión en una trayectoria de
trabajo decente.
Este modelo económico necesita del
despojo de las garantías de los trabajadores, para ello se implementan diversas
medidas que evitan que estos se organicen y defiendan sus derechos, durante el
sexenio de Felipe Calderón se han dado problemáticas como la desaparición de
Luz y Fuerza, algunos “charrazos” en el magisterio, como en Chiapas, Baja
California y Sección IX D.F.. No se ha dado solución a la situación con Elba
Esther Gordillo y el SNTE, símbolo del charrismo sindical, el conflicto con la
CNTE, la situación con los mineros desde 2006 en Cananea, Sicarsa, Taxco y
Sombrerete, los trabajadores de tierra en aviación, los de la vidriera en San
Luis Potosí y los petroleros independientes, entre otros.
Este modelo económico no sólo reduce las
condiciones de vida de la mayoría de la población en beneficio de unos cuantos
sino que también se basa en la sobreexplotación de los bienes naturales del
país. El modelo económico depredador, tanto en su ámbito productivista en el
sector rural, en el desarrollo de infraestructura turística por y para
extranjeros, así como en su dimensión extractivista, implica un fuerte
deterioro ambiental, caracterizado por pérdida de hábitats y biodiversidad,
aceleración de los procesos de desertificación, pérdida y degradación de
suelos, incapacidad de captación de agua, menoscabo de reservas de agua fósil,
intrusión de agua contaminada en las costas, deterioro o desaparición de
lagunas costeras; en resumen, la salud y funcionalidad de los ecosistemas, y
con ello la degradación de los recursos ambientales, básicos para la
supervivencia humana y de la vida misma. Estos procesos han generado a la vez
un enorme proceso de resistencia de pueblos y comunidades campesinas y de
pueblos originarios que son despojados de sus tierras para fomentar el
crecimiento económico basado en megaproyectos de infraestructura, mineros,
carreteros, energéticos, entre muchos otros destacando los procesos de
resistencia en defensa de la tierra, el territorio y los bienes naturales en La
Parota Guerrero, Huexca, Morelos, El zapotillo, Jalisco, Cherán, Michoacán,
Ostula, Michoacán, Ocotlán, Oaxaca, Cerro de San Pedro, San Luis Potosí, en
Magdalena Contreras en Ciudad de México entre cientos de resistencias más.
En conclusión, el sexenio de Calderón
sólo ha profundizado un modelo económico basado en la pobreza y marginación de
la mayoría de la población, en la explotación de los recursos naturales a costa
de las comunidades y donde el objetivo principal es la ganancia de los grandes
capitales nacionales e internacionales. El movimiento #Yo soy 132 está
consciente que el mercado no es la panacea para la solución de los males
sociales y que el gobierno y la sociedad deben de jugar un rol fundamental para
resolver los problemas económicos que aquejan al país. El neoliberalismo nos
empobrece, excluye, margina y violenta, es por eso que el movimiento #YoSoy132
se pronuncia a favor de una economía humana, justa, soberana, sustentable y de
paz.
4. Cambio al modelo de seguridad
nacional y justicia.
En el año 2006 Felipe Calderón Hinojosa
arribó a la presidencia luego de un proceso electoral en el que quedó en duda
su triunfo, abriendo así un periodo de polarización social sin precedentes en
los últimos 30 años en México, cuyo ejemplo sustancial fue la movilización
social en el estado de Oaxaca del movimiento magisterial. Producto de la
debilidad e ilegitimidad del nuevo gobierno, éste emprendió una Guerra contra
el crimen organizado que se transformó discursivamente en una Guerra contra el
narcotráfico.
Esta guerra, como señalan los análisis de
autores como Ana Esther Ceceña, Carlos Fazio y Laura Carlsen, consultados por
el Movimiento#YoSoy132, fue emprendida por el Gobierno Federal como parte de la
estrategia de legitimación de un gobierno emanando de un proceso electoral
cuestionado y la necesidad de aumentar los lazos de subordinación diplomática,
política y militar del Estado mexicano con la política de Seguridad Nacional de
la Casa Blanca, esto mediante la firma de planes y tratados internacionales
como la Alianza para la Prosperidad de América del Norte (ASPAN por sus siglas
en inglés) y el Plan Mérida.
Producto de estas alianzas, el Estado
mexicano ha recibido más de 1,400 millones de dólares cada año bajo el rubro de
ayuda (según datos del Colegio de México) al combate al narcotráfico por parte
del Congreso de los Estados Unidos bajo el rubro del Plan Mérida, mediante el
cual se ha emprendido ofensivamente una política de guerra en Centroamérica, el
Caribe y Sudamérica. El ejemplo más claro de ello es la instalación de la
Oficina del Sistema Interamericano contra el Crimen Organizado en México el
pasado mes de mayo del 2012, que impulsará la “Guerra contra el narcotráfico” y
la militarización de Centroamérica y el Caribe.
Revistas de investigación como Proceso y
Contralínea han dado cuenta del avance y profundización de la injerencia de los
Estados Unidos en México: la presencia de autoridades y efectivos de la DEA,
CIA y el FBI en acciones de inteligencia en territorio mexicano tuvo su ejemplo
emblemático en el Operativo Rápido y Furioso en el año 2009, con lo que se
permitió el tránsito de más de 2,000 armas y municiones en territorio nacional.
A la par, el adiestramiento en “contrainsurgencia” de mandos militares
mexicanos por el Comando Norte ha sido una muestra de la subordinación militar
al Pentágono, junto con la activación de la IV Flota en 2008 bajo el cobijo del
gobierno de Calderón, el cual permite el fortalecimiento de la presencia militar
de los Estados Unidos, México y toda América Latina.
En este mismo contexto, según José Luis
Piñeyro de la revista Contralínea, Felipe Calderón destinó de 2007 a 2011, 320
mil millones de pesos del erario público en materia de seguridad el 2.5% del
PIB, el triple de lo que destina a educación y aproximadamente el 17.4% de los
recursos destilables a este rubro por año, lo que ubica a México en el onceavo
país con más gasto en materia de seguridad en todo el mundo según estudios del
World Military Expenses. Con estos recursos el gobierno Calderonista ha
emprendido una campaña de militarización del país que, según la revista animal
político, ha llevado a más de 45,000 militares y un número indeterminado de
marinos, a los diferentes estados en los que la violencia del narcotráfico de
ha manifestado.
Esta estrategia de militarización del
país en la guerra contra el narcotráfico, no ha demostrado ser efectiva, pues
lejos de terminar con la violencia atribuida al crimen organizado, esta guerra
ha acrecentado, multiplicado y complejizado los escenarios en los se da dicha
violencia. La guerra, esta guerra que los ciudadanos no pedimos ha causado una
verdadera catástrofe social: 80,000 muertos, 250,000 desplazados de manera
forzada, 30,000 desaparecidos, 20,000 huérfanos y 5,000 niños asesinados.
Estas cifras, que no sólo dan cuenta de
la gravedad de la crisis social en la que la sociedad mexicana ha sido sumida,
son también una muestra del desprecio que el gobierno de Calderón muestra hacia
las víctimas de esta guerra.
Somos víctimas, no somos "daños
colaterales", no aceptamos esa condición porque ésta exonera de
responsabilidades a quienes nos han obligado a vivir en este estado de
excepción, a quienes han sido cómplices por cerrar los ojos y suprimirnos, por
desconocernos, por matarnos, secuestrarnos, y desplazarnos una y otra vez con
su política de muerte. (Mauro, Victima, San Fernando, Tamaulipas).
Por lo anterior, reconocemos que tal como
dice Conflict Barometer, el fenómeno de barbarie acontecido en México es el mayor
conflicto militar en toda América Latina en el siglo XXI. Y nos sumamos a los
balances y e informes de organizaciones como Amnistía Internacional, el
Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos y la organización civil Human Right Watch que mencionan que
esta guerra a construido verdaderos monumentos a la barbarie moderna como: la
llamadas narcofosas donde fueron encontrados los cuerpos de 78 migrantes en el
estado de Tamaulipas en el año 2010 y más de 150 cadáveres en Durango, los
registros de cientos de violaciones de derechos humanos por parte de las
Fuerzas Armadas o Policías Federales, el asesinato de jóvenes en masa como en
Villas de Salvarcar en 2010, son algunas de las cicatrices que han hecho que la
sociedad mexicana viva con miedo.
Concluimos denunciando que desde enero
del 2010, la criminalización de la luchadores sociales que se han opuesto a
esta guerra nos ha dejado heridas profundas: el asesinato de Josefina Reyes
Salazar, y los subsecuentes desapariciones y asesinatos de María Magdalena
Reyes Salazar, Elías Reyes Salazar, Luisa Ornelas Soto, Julio César Reyes Reyes
y Rubén Reyes Salazar; la persecución que continuó con la desaparición de Isela
Hernández Lara, el asesinato de Susana Chávez, el asesinato de Marisela
Hernández frente al Palacio de Gobierno en Chihuahua, la muerte de su hija
Rubí, el hostigamiento constante a Norma Andrade; los asesinatos de las
periodistas de Contralínea Marcela Yarce y Rocío González; el asesinato de los
comuneros de Ostula, Pedro Leyva y José Trinidad, el asesinato de Luis K. Fong,
el asesinato del activista de la FfyL, Carlos Sinuhé Cuevas Mejía; los
luchadores del MPJD Nepomuceno Moreno, Julia Marichal, Eva Alarcón y Marcial
Baustista; los normalistas de Ayotzinapa Gabriel Echeverría, Jorge Alexis y
Edgar David Espíritu; la periodista Regina Martínez de la revista Proceso; todas
estas heridas aunadas a las decenas de periodistas asesinados durante el
sexenio, los miles de jóvenes, mujeres, migrantes y niños cuyos cadáveres
colman nuestra tierra.
Estamos hasta la madre, hoy decimos
basta, no más sangre.
5. Transformación política y vinculación
con los movimientos sociales
Informamos que el gobierno de Felipe
Calderón no impulsó una democratización del Estado, sino que por el contrario
profundizó sus aspectos más autoritarios.
Las
reformas electorales preservaron un sistema en el que la política es
monopolizada por los partidos, cada vez más alejados de la sociedad y
subordinados a los grupos de poder y a las grandes televisoras, bloqueando el
acceso a una verdadera participación social.
El corporativismo y el clientelismo
siguen siendo las formas en las que el gobierno se relaciona con la sociedad.
El gobierno prefirió aliarse con las cúpulas de los sindicatos corporativos y
atacar a los trabajadores organizados de manera independiente y democrática.
Además, la flexibilización laboral ha implicado un ataque a cualquier forma de
organización en este sector.
Así
mismo, los crímenes de odio hacia las mujeres se presentaron sistemáticamente
en todo el territorio nacional, haciendo evidente la necesidad de una reforma a
la ley que reconozca y penalice estos delitos. El Estado de México que presenta
el mayor número de casos de feminicidios no reconocidos por el gobierno quien
además se opone a la alerta de una perspectiva de género que reclama la
sociedad civil.
La gestión de Felipe Calderón mantuvo una
posición autoritaria y violenta ante la movilización social organizada. La
Reforma Penal Constitucional del 2008, así como la Ley contra la delincuencia
Organizada se han convertido en una forma de control y criminalización de los
movimientos sociales, vulnerando los derechos a la libertad de expresión, de
manifestación, de asociación y sobre todo el derecho a la protesta social.
La paramilitarización del país ha
permitido al Estado imponer de manera violenta las políticas neoliberales de
despojo, desplazamiento y sobrexplotación. El resultado de dichas políticas de
Estado se reflejan en:
1.- Presos políticos; aumento sistemático
en las detenciones a los luchadores sociales.
2. La desaparición Forzada, La Campaña
Nacional Contra la Desaparición Forzada, ha reportado 26 casos documentados de
los cuales 15 siguen desaparecidos y 7 son ejecuciones extrajudiciales. En el
último año de gestión hay más desapariciones forzadas que en el periodo que
abarca del 2005 al 2010 siendo la mayor parte de los casos registrados en
Michoacán.
3. Ataque a defensores de Derechos
Humanos. Con un registro de 256 casos de Violaciones de Derechos Humanos (VDH)
documentadas en contra de personas defensoras, ocurridos de enero de 2011 a
marzo de 2012, en todo el país, el 72% ha sido contra coordinadores, líderes o
fundadores de las organizaciones. El Estado busca que la represión tenga un
alcance a largo plazo, es decir, que logre un impacto transgeneracional, lo
cual denota la lógica selectiva y de mayor intensidad con que opera.
4. Ejecuciones extrajudiciales. Es uno de
los fenómenos de represión a los movimientos sociales de mayor impacto y
violencia dada su naturaleza de vulneración del derecho a la vida por parte de
quienes deberían garantizar las condiciones mínimas de seguridad. Durante el
último sexenio se ha documentado un aumento paulatino en las cifras de
ejecuciones extrajudiciales, mientras que en 2008 se registraron 6 casos, en el
periodo que va de enero a mayo del 2012 se han documentado 29 casos, la mayor
parte en Guerrero y Oaxaca.
En un contexto donde las políticas
violatorias de los Derechos Humanos han afectado a los distintos sectores en
resistencia, el pueblo de México debe saber de la arrogancia y la prepotencia
con que el actual gobierno federal trata a los movimientos sociales. Ejemplo de
ello son:
El Sector Laboral. El 11 de octubre de
2009, el gobierno federal decidió atacar al Sindicato Mexicano de Electricistas
(SME). En sus casi 100 años de histórica lucha, los electricistas han visto
afectados por todo el aparato estatal. Javier Lozano al mando de la Secretaría
del Trabajo, negó la toma de nota al secretario general de este sindicato,
además de intentar una y otra vez, generar división interna. Más tarde, el
Ejército y la Policía Federal tomaron por asalto las instalaciones de la
compañía de Luz y fuerza que continuaron tomadas y saqueadas aún meses después.
Fue así como el “presidente del empleo”, resolvió echar a la calle a 44 mil
trabajadores en activo y dejar en la incertidumbre a 22 mil jubilados. Calderón
no ha dado ninguna prueba de sus acusaciones contra los trabajadores y las
tarifas y el servicio eléctrico no han mejorado.
Otro de los casos paradigmáticos, es el
de los 76 mineros sepultados en la mina de Pasta de Conchos, en Coahuila. El
gobierno tampoco ha hecho justicia a sus familiares quienes exigen la entrega
de los cuerpos de las víctimas; por el contrario, el grupo minero México sigue
operando impunemente en nuestro país, manteniendo en las peores condiciones a
los trabajadores.
En el caso del asesinato de 49 niños en
la guardería ABC, en Hermosillo Sonora; tampoco ha habido deslinde de
responsabilidades, ya que ni Eduardo Bours, ex gobernador de Sonora, ni Juan
Molinar Horcasitas, ex director general del IMSS, han pisado la cárcel. Aquí
tampoco ha habido justicia.
Siguen
sin cumplirse los Acuerdos de San Andrés y nuevamente se atenta contra la
autonomía y autodeterminación de los pueblos indígenas. Prueba de ello es la
impunidad ante los asesinatos y desapariciones de los comuneros de Cherán
quienes luchan por su autonomía, así como el hostigamiento a la policía
comunitaria de Guerrero que ejerce sus formas de justicia y autogobierno, así
como los ataques y hostigamiento a las comunidades indígenas zapatistas.
6. Cambio al modelo de salud
Nuestra lucha es a favor de la salud, la
justicia, la libertad y la democracia. Ello, porque estamos seguros de que son
el único camino para brindarle una vida digna a todos los habitantes de nuestro
país. Con base en lo anterior, es nuestra responsabilidad denunciar lo que ha
sucedido en el sexenio del presidente ilegítimo Calderón, lapso de tiempo en el
cual consideramos que el mal gobierno ha demostrado un desprecio rotundo por la
vida de nuestros conciudadanos.
El actual gobierno ha incumplido el
mandato constitucional de garantizar el derecho a la Salud, consagrado en el
artículo cuarto de nuestra Carta Magna y el correspondiente al artículo 123 que
establece que los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para
satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden
material, social y cultural, y para proveer la educación obligatoria de los
hijos. La salud, entonces, no es un área que deba ser dejada a la deriva o la
suerte, cuidarla, es el mandato supremo de nuestra sociedad y no admite ninguna
excepción.
Bajo la ideología neoliberal que ha
demostrado ineptitud al ser una de las principales causas de la crisis del
2009, le brinda continuidad al proceso de privatización del sistema de salud
mexicano, y es por ello que junto con Zedillo y Fox, Calderón permitió y
fomentó el desmantelamiento y desfinanciamiento del IMSS e ISSSTE.
También, se ha cimentado el camino de la
privatización de la salud, con el fortalecimiento del llamado Seguro Popular,
no siendo otra cosa que un paquete de servicios básicos, debido a que no cubre
de forma real las demandas de salud de nuestra población porque debido a que no
cuenta con la infraestructura suficiente para ello, abriendo la puerta a los
prestadores privados. Ya establecido este paquete básico de servicios, el
siguiente paso es la “universalización”, que busca reducir las prestaciones que
hoy gozan los derechohabientes de la seguridad social, entendiéndose como una
universalización de la precariedad.
Así, señalar los principales problemas
que aquejan a nuestra nación, nos servirá para mostrar el estado de cosas que
impera bajo el gobierno de la derecha. Como puntos de importancia se hallan la
obesidad y las enfermedades conjuntas tales como la diabetes, la hipertensión
arterial sistémica y sus complicaciones, las muertes por violencia que tanto
han dañado a nuestra población desde la “guerra contra el narco”. De igual
manera la desnutrición y los problemas que le acompañan principalmente en los
niños y las poblaciones indígenas.
Otro punto es el de la mortalidad materna
durante el embarazo que está lejos de alcanzar las metas del milenio que
propone la ONU. Por otra parte, tenemos el caso de la subrogación y la
concesión de servicios a particulares con efectos negativos como fue el caso de
la guardería ABC, donde perecieron 49 niños y 101 resultaron lesionados sin que
hasta la fecha haya responsables.
La destrucción de nuestros entornos
naturales acarrea serios problemas de salud que tienen que ver con la
disposición y acceso al agua potable, la desnutrición, males respiratorios por
la pésima calidad del aire y existe, también, un descuido en la seguridad
alimentaria del país como lo demuestra la reciente importación de maíz de
África, y de huevo de varias partes del mundo (con su crisis actual), el
sometimiento a la industria alimenticia y la nula regulación en los medios
masivos de comunicación en materia de alimentos chatarra.
Señalamos que los médicos, residentes,
pasantes e internos en este sexenio son ejemplos de las nuevas formas de
organización del trabajo a quienes se les impone una amplia flexibilidad en los
horarios, largas jornadas laborales, cargas intensas de trabajo, polivalencia y
con responsabilidades que en la vía de los hechos deben asumir por la falta de
médicos de base. Son la fuerza laboral en que se funda la atención médica en
los 3 niveles de atención tanto en el campo como en la ciudad.
De ésta manera, la imposición de Enrique
Peña Nieto busca culminar la obra que iniciaron las administraciones panistas,
beneficiando a la iniciativa privada a través de fondos públicos en detrimento
del bienestar de la población en lugar de fortalecer las instituciones de salud
que ya se tienen.
Finalmente, nos manifestamos por un
sistema de salud de acceso a toda la población sin limitación alguna, que
contemple todas las enfermedades, que sea de calidad, efectivo, basado en la
prevención y promoción de la salud. Un sistema sanitario que verdaderamente
atienda las enfermedades crónico-degenerativas y no las convierta en motivo de
lucro.
Estos son los saldos de estos seis años:
Ha
sido un sexenio lleno de hambre, exclusión, desinformación, desigualdad,
enfermedad, despojo, represión y muerte. Felipe Calderón es responsable por
estos seis años de decisiones tomadas a espaldas de la sociedad. Sabemos que
este gobierno ha sido la continuación de un sistema corrupto, donde unos
cuantos imponen sus intereses sobre las necesidades de los más y sabemos que
con Enrique Peña Nieto este sistema simplemente tomará un nuevo rostro y otra
vez nosotros, la sociedad pagaremos los costos impuestos por esta clase
política. Pero también sabemos que hoy tenemos la posibilidad de organizarnos,
de resistir contra estas políticas, de proponer un país diferente.
Por eso convocamos a todos, a la sociedad
en general a que participe de este diálogo y a unirnos en una lucha fraterna
por la transformación de México.
Construyamos el camino que florece en
nuestras manos.
Por una democracia auténtica
#YoSoy132
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